19 septiembre, 2024

Líos pasionales sería el móvil de asesinato del comerciante Manuel Botello

El caso del comerciante Manuel Antonio Botello Reatiga, tomó otro giro en cuanto a las investigaciones realizadas por las autoridades, uno de los implicados señaló que todo apunta además a móviles pasionales. La víctima fue hallada en estado de descomposición en el río Guatapurí en el sector conocido como ‘Amor Amor’, el pasado 11 de agosto.

Luis Eduardo Morales Jaramillo, quien fue capturado por las autoridades, está siendo señalado por la Fiscalía 8 Especializada de Valledupar por los delitos de homicidio agravado en concurso con hurto calificado agravado. 

Morales Jaramillo fue presentado ante  el Juzgado Cuarto Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías de Valledupar, en donde detalló como ocurrió el asesinato al comerciante Reatiga, el mismo día que salió de su vivienda en el barrio Los Fundadores de Valledupar, en su vehículo el 26 de julio de 2021. 

El ente acusador indicó que para el día del hecho, la víctima  tomó como destino el balneario Hurtado en el río Guatapurí, lugar en que hubo un encuentro con Luis Eduardo Morales Jaramillo y  Luis Eduardo Mujica Erazo y alias ‘El Negro’ con el fin de tener un encuentro amoroso, explicó la Fiscalía.

“Botello y Morales Jaramillo se van a una zona donde hay árboles secos, una zona boscosa para tener relaciones sexuales y cuando se disponen a realizar el acto sexual llegan las otras dos personas, alias ‘El Negro’ saca un cuchillo y llevan a la víctima a otro lugar, pero pone resistencia y Mujica le da un golpe hasta dejarlo indefenso, luego le amarran las manos y pies, para ello usan los cordones de sus propios zapatos y lo amordazan, por lo que muere por asfixia mecánica, según el reporte de Medicina Legal”, señaló el ente acusador.

Los delincuentes luego de matarlo mediante asfixia, le hicieron una requisa, encontrando las llaves del carro y la suma de 200.000 pesos, se marcharon del lugar y se trasladaron hacia la ciudad de Santa Marta el 27 julio con el fin de venderlo a una mujer conocida como ‘La Mona’.

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