Condenado a 53 años por la muerte de universitario en Media Luna, zona rural de San Diego
El Juzgado Séptimo Penal del Circuito de Valledupar dictó una condena de 53 años y tres meses de prisión para Camilo Andrés Padilla Sarabia, tras ser hallado responsable del asesinato de Carlos Daniel Vega Lobo, un estudiante de noveno semestre de derecho de la Universidad Andina. El crimen ocurrió el 9 de noviembre de 2022 en el corregimiento de Media Luna, en la jurisdicción de San Diego, Cesar.
Según los informes de la Fiscalía, Carlos Daniel Vega Lobo salió de su casa en Valledupar en su automóvil con placas GJP-281 para realizar un servicio de transporte hacia San Diego, y fue entonces cuando se encontró con Padilla Sarabia. Ambos eran amigos, pero el universitario desapareció después de ese encuentro.
Las investigaciones determinaron que Padilla Sarabia le pidió a Vega Lobo que lo transportara a través de la plataforma Indriver, con la intención de robarle el vehículo y sus pertenencias, lo que finalmente llevó a la muerte del joven.
Durante el juicio, la jueza también señaló que el condenado tenía un proceso pendiente en Perú por un caso de homicidio.
El caso tomó un giro escalofriante cuando se conoció que Padilla dejó el automóvil de la víctima en un lugar apartado, y luego, con una motocicleta prestada por un familiar, viajó junto a Carlos Daniel hacia una zona boscosa cerca de la finca ‘El Consuelo’. Allí, Padilla le disparó a Vega Lobo por la espalda y luego lo golpeó brutalmente en la cabeza con un objeto contundente, dejándole el cráneo destrozado. Después, el homicida robó varios objetos personales de Carlos Daniel, entre los cuales se encontraban un iPhone 8, un Motorola, unos zapatos deportivos, un estuche de gafas y un morral.
Cabe destacar que Padilla Sarabia nunca aceptó su responsabilidad en el asesinato de su amigo, a pesar de las pruebas en su contra. Además, durante las investigaciones se reveló que un testigo aseguró que el condenado le ofreció dos millones de pesos para que lo ayudara a desaparecer el cadáver de Carlos Daniel, quien residía en el barrio Primero de Mayo de Valledupar.
Este caso ha conmocionado a la comunidad, y con la sentencia impuesta, se busca hacer justicia por el asesinato del joven universitario.
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