La ‘Simón Bolívar’, una avenida donde el arte cuenta la historia vallenata
Valledupar capital del departamento del Cesar, sede de los XIX Juegos Bolivarianos tiene múltiples atractivos que la hacen una de las ciudades más visitadas del país, sobre todo en abril, fecha en la que recibe a los turistas que asisten a disfrutar del Festival de la Leyenda Vallenata. Además de ello, la tierra del Cacique Upar es conocida por sus glorietas (redomas, rotondas) que contienen obras de creación artística que representan un pedazo en la historia y tradición de Valledupar.
Entre los monumentos que adornan la ciudad está la glorieta ‘El Cacique Upar’, construida en homenaje al pueblo indígena Chimila que habitaba las riberas del río Guatapurí y Cesar. Esta obra esculpida por Jorge Maestre está ubicada en cercanías a la terminal de transportes de la ciudad, lo que hace que los visitantes conozcan parte de la historia librada por los pueblos indígenas contra el yugo de los colonizadores.
De la misma manera, la avenida Simón Bolívar de Valledupar es la ruta ideal donde los turistas se topan con diversas glorietas que marcan la cultura de esta región, caracterizada por el vallenato y las costumbres raizales como las parrandas o las peleas de gallos, tradiciones que se mantienen pese al paso de los años y la modernización de las costumbres. Esta principal ruta citadina que atraviesa de norte a sur a la capital del Cesar sirve como principal punto de orientación para guiar a los visitantes y turistas que llegan a esta tierra que vivirá la mayor fiesta deportiva de su historia.
Precisamente, en la descrita arteria vial de la ciudad se erige la glorieta de Los Músicos, icono citadino que en esencia representa una gran porción de la cultura en esta zona del país. En el monumento se aprecia a tres hombres con caja, guacharaca y acordeón, que pese al sol inclemente que los baña, ellos siguen tocando y tocando, como sucedía en las parrandas de antaño, rodeada de grandes proceres de la música que amanecían entre relatos, canciones y composiciones. Esta glorieta está ubicada en la diagonal 23 con avenida Simón Bolívar.
A pocos metros de la glorieta de Los Músicos se encuentra otra obra representativa de la cultura vallenata: el monumento Los Gallos, ubicada entre la Avenida Simón Bolívar y la calle 16C, rememora una de las tantas actividades que hicieron conocer al Cesar. Además de la música vallenata, las peleas de gallos hacen parte de la cultura de esta zona del país. La obra realizada por la bogotana Elma Pignalosa sigue siendo uno de los atractivos más visitados por los turistas.
Siguiendo la ruta hacia el norte de la ciudad nos encontramos con la glorieta de la María Mulata, obra inaugurada en el 2000, en el marco de la celebración de los 450 años de la capital cesarense, siendo un regalo del fallecido pintor y escultor Enrique Grau.
Unos pocos kilómetros más delante al finalizar la avenida Bolívar, se ubican dos obras que en medio de rotondas dan la antesala al Parque de la Leyenda Vallenata, son estas la glorieta de Mi Pedazo de Acordeón, denominada así en homenaje al primer rey vallenato, el maestro Alejandro Durán Díaz, quien ganó la corona en 1968. El monumento elaborado por el escultor Gabriel Beltrán representa el vallenato en su esplendor, narrado por el maestro Durán en una de sus canciones: “Este pedazo de acordeón donde tengo el alma mía, allí tengo mi corazón y parte de mi alegría”, canta Alejo en una de sus más reconocidas composiciones.
Al finalizar el recorrido, la glorieta de La Pilonera Mayor es la última obra que se puede apreciar antes de ingresar al templo de la música de acordeón, el Parque de la Leyenda Vallenata. Este monumento, en homenaje a ‘la Cacica’ Consuelo Araujo Noguera, realizada por el escultor Bogotano Amilkar Ariza, fue inaugurada el 18 de marzo de 2010.
Son muchos los monumentos que cuentan una parte de la historia de Valledupar, los cuales fueron creados con el propósito de inmortalizar la cultura, costumbres y personajes que han hecho de esta tierra una zona pujante, con hombres y mujeres que de una u otra manera convirtieron su vida en inspiración de canciones, como la mayoría de los sucesos que se cuentan a lo largo de los años y que se podrán recrear en el marco de los XIX Juegos Bolivarianos Valledupar 2022.